Pongámosnos serios

Apreciado Georkhaeff:

si quieres ver a un viejo muerto, dale un huerto. Este refrán popular está lleno de sabiduría, como yo he comprobado estos últimos días en los que he estado yendo y viniendo al pueblo. Parece mentira que una cosa a priori tan ruda y natural como los cultivos necesite de semejantes cuidados, y tan continuados.

Casi tantos como un blog como este, que si se deja a la buena de Dios, pierde el rumbo. O algo así parece deducirse de varios comentarios vertidos en esta santa casa por Atanasia, donde nos afea la conducta a quienes habitualmente paseamos por aquí. No entraré en el rapapolvo que le dedica a Quidam Lector sobre el alegre uso de arrobas y celemines, puesto que él mismo se ha encargado de contestar, y no sólo a eso.

No, me refiero a otras conminaciones: "Comenten ustedes los libros últimos de poesía, por ejemplo, que en número prodigioso aparecen en Aragón", dice Atanasia. Y yo entiendo esa súplica, porque si algo falta en las numerosas bitácoras poéticas que hoy en día proliferan son los comentarios inteligentes. Los blogs literarios aragoneses (haremos esta acotación por comodidad), normalmente responden a algunos de estos modelos:

  1. 1.- sitios en donde el autor se pajea hablando de sí mismo, o hablando de quienes hablan de él.
  2. 2.- sitios en donde se menciona lo que hacen los amigos, que está siempre de puta madre porque son amigos.
  3. 3.- sitios que mantienen aspirantes a escritores, que no tienen el mínimo sentido crítico de exhibir sus carencias creativas.
  4. 4.- sitios que mantienen supuestos escritores, que aburren hasta a las ovejas disertando sobre los más variopintos temas.
  5. 5.- sitios más parecidos a un perfil de Facebook o cualquier otra manifestación adolescente, pero escritos por gente que de lo que adolece es de inteligencia.
Seguramente me dejo alguno, pero creo que con el anterior listado están bien representados la mayoría de blogs literarios. ¿En alguno de ellos ve usted que se comenten libros? Yo tampoco. Así que yo le recomendaría a Atanasia que la misma queja que ha dejado aquí la vaya dejando en otros blogs que se supone que sí tienen intención de hacer comentarios. Pero también le recomendaría que fuese con cuidado: yo me quejé aquí y en otros sitios de la futilidad general de la blogosfera poética aragonesa en general, y he sufrido desplantes, censuras y casi amenazas de ser juzgado por el tribunal popular de la Internet. Eso sí, nos hemos reído mucho, aun a costa de aburrir al personal con las mismas gilipolleces una y otra vez.

Pero hay otras cuestiones que apunta Atanasia que no quisiera dejar de lado. Algunas, como el curioso "prodigioso" del número de libros de poesía aparecidos. Quidam Lector, que parece a veces mi escudero, ha contestado a ese optimista calificativo y más, así que no redundaré. Sí que lo haré en lo de que somos (ese plural me resulta algo inquietante) conocedores de la pomada: evidentemente, todos los que estamos aquí -Atanasia incluída- somos conocedores de esa pomada; porque si no, sencillamente no estaríamos. Así que no nos las demos de ignorantes, y más cuando los ignorantes de verdad son quienes más se empeñan en disimularlo. Que ya somos mayorcitos, digo yo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por alusiones, “sine ira et studio”:

Para mi sorpresa, Sr. Bert, ya no hace gala de su sentido del humor alegre y “divertente”. Salta a la primera demasiado en serio, a la manera de los que critica usted allí y allá. En todos los sitios cuecen habas. Su postura me recuerda el cuento de Borges “Los teólogos”.

No le veo con interés en el comentario de libros, a Quidam lector sí. Y sobrepasa, a mi parecer, la libertad con comentarios zafios y groseros (“es monina la niñita”, recurso facilón cuando no se sabe qué decir). No es mi estilo y me desagrada, pero es su “santa casa”, su camino y su libertad. No puedo acompañarle. Y usted dirá “ni falta que hace” y tiene toda la razón.

Siga usted con salud y con su huerto. Y, sin calambur, me aburro.

Adieu.

Una ignorante.

Anónimo dijo...

Bien, este blog se está convirtiendo en referente de muchos escritores y escribidores que se regodean con los comentarios ácidos, satíricos y a veces divertidos de Mister Bert. Cuando descubramos quién es - y no tardaremos- tenga por seguro que le daremos una cena-homenaje.
Osiris.

Anónimo dijo...

Buenas tardes.

Me paso de vez en cuando por este blog, tan ácido y, a menudo, tan veraz. La clasificación de blogs que propone el anfitrión me parece bastante bestia pero muy certera...

...Y dado que por ahí arriba piden cultura, ¡más cultura y más libros!, y que en otras entradas anteriores también se ponen serios, me animo (si me deja Dalton Bert) a dejar aquí unas reflexiones sabatinas. Que nada tienen que ver con Aragón, por cierto. Si a alguien no le gustan, le ruego que las achaque a mi acidez de estómago.

REFLEXIONES SABATINAS PARA MI SOBRINO EL MAYOR, CREYENTE DE LA KULTURA

Buenas. Hojeo el ABC Cultural de hace un par de semanas. Me encuentro con un artículo de Eugenio Trías, ya sabes, sobrino, uno de esos filósofos-españoles-imprescindibles (que luego suelen no ser ni propiamente filósofos ni mucho menos imprescindibles).

Intento ponerme a leer sin muchas anteojeras, pues soy consciente de mi propia tendencia al prejuicio. Allá voy. La cosa va, dice la entradilla, de que "la herencia disciplinar de Freud no ha estado nunca asegurada en España. Eugenio Trías analiza esta peculiaridad, que diferencia nuestra sociedad de todas las europeas e incluso de las americanas". Y sí: buena parte del artículo
sigue por esta vía.

No te voy a explicar (culto sobrino) las implicaciones malignas
que tiene el plantear algo de esa forma, porque creo que asoman con claridad. Ahora bien: me parecen muchos apriorismos para un filósofo. Y
luego, es que eso del "Spain is different (and por eso peor)" ya huele a muerto, chico. Pero en fin, sigo leyendo.

Y aquí me topo con lo inefable. No sé qué pensarás tú, joven y propenso al entusiasmo como eres. Copio: España sufrió "la más cruel de las guerras civiles, prolongada por una dictadura de cuarenta años".

Mi conclusión oscila: si hubiera de opinar acerca del tal Trías a partir, sólo, de este artículo, no sabría decir si estaba ante un chulo mental, un ignaro o un cretino. Quizás las tres cosas a la vez. Por lo visto, conoce al dedillo TODAS las guerras civiles, para decir que ésta ha sido "la más cruel", así, tal cual, y quedarse tan pancho. Ah, sobrino, preveo tu objeción: no se trata de que yo lo haya
descontextualizado (con contexto es aún peor, te aseguro). Y no pierdas tampoco de vista que la guerra civil fue "prolongada por una dictadura", etc. O sea, que la dictadura fue lo mismo que la guerra. Jolines...

En fin, aún se podrían poner más pegas (p. ej., si los años del franquismo se cuentan desde 1938, como en Cataluña, ó 1939, como sucede en Madrid, Valencia, Cuenca, Murcia, Alicante, etc., es decir, en media España, no salen los "cuarenta" años ni de casualidad).

Pues mira, sobrinillo: a esto, en España se le llama filósofo imprescindible. Que lo sepas.

Anónimo dijo...

Hola, Dalton & cía.

Veo que este blog va tomando un cariz curioso. Me llama la atención el último participante. Querido Anónimo (o Anónima): ya ve que por aquí nadie parece interesarse mucho por Trías ni por esas otras cuestiones que plantea su intervención. (Tampoco yo mucho, la verdad). Estoy por decirle que ha equivocado el lugar... También cabe la posibilidad de que aquí lo que le dé más gustito al personal sea la aragonesidad férrea, sobre todo si de criticar al personal se trata. Es normal, por otro lado: a fin de cuentas el anfitrión tiene esas mismas preferencias.

Pero ya ve: aquí lo que prima es Aragón, oé oé oé. Pese a algunas intervenciones sueltas.

Ello me recuerda una frase de Tarantino, que no voy a citar porque es muy grosero.

Por mi parte no tendría mucho inconveniente en hablar de Trías, créame. Pero no sé prácticamente nada de ese buen (o quizás no tan buen) señor.

Ah, una precisión: el suplemento que menciona usted se llama en realidad ABCD las Artes y las Letras. Allí participa algún que otro aragonés, ¿sabe? No sé si le sonará un tal Félix Romeo, por ejemplo. Sí, sí, ése que contribuyó tanto a la joven narrativa española (en la vigesimoquinta ocasión en que se usó tal etiqueta).

Por cierto, Atanasia: sí, tengo cierto interés en comentar libros o, mejor, fenómenos culturales en su conjunto. Pero tampoco nos pongamos muy categóricos, que esto no es Mercurio ni Quimera. Entre otros motivos, porque no nos pagan.

Saludos.

Quidam Lector