Todo pasa y todo queda

Dilecto Marius:

leí ayer el correo electrónico que me enviaste a principios de agosto. No te creas el único que ha gozado de vacaciones durante estos meses. Yo también las he aprovechado para descansar y para ver mundo, siguiendo el consejo que me dio hace años mi abuelo.
Hay algunos placeres particularmente agradables de estar fuera durante un tiempo: por ejemplo, la sensación que sientes al volver a casa, reencontrarte con las cosas que dejaste, y paladear la certeza de que nada ha cambiado. Es exactamente lo que me ha sucedido al regresar por aquí. Las cosas están prácticamente igual que antes del paréntesis estival. En todo caso, podría decirse que algo han mejorado, porque como mucha gente se ha cogido vacaciones, no ha tenido tiempo de escribir para demostrar lo tontos que son. Aunque siempre ha quedado algún listo que ha organizado teatrillos para solaz de veraneantes. Es el caso de la Mari Trini de la poesía aragonesa y sus encuentros de Veruela. Encuentros que cada año son más difíciles de encontrar y seguir, porque nadie se entera de que se celebran, excepto los cuatro estalentaos de siempre. Bueno, y algún funcionario contable de la Diputación de Zaragoza, a quien la jefa de la Editorial Gallifante le mandará su número de cuenta con todo su amor. Eso sí que es poesía, y lo demás monas pintadas.

Pero no te apures. Estoy convencido de que es solamente cuestión de tiempo, unos días a lo sumo, para que todo vuelva a la normalidad o, si me permites un chiste ya muy gastado, a la anormalidad. Lo único, guárdate toda la paciencia que puedas para poner buena cara cuando los conocidos te enseñen las fotos de donde han estado, mientras que cuentan lo bien que se lo han pasado. ¿Hay algo más odioso que eso? Sí, que un pavo lo haga directamente desde su propio blog, y encima haya gente que le ría las gracias. Y es que hay cosas que ni da la naturaleza, ni presta Salamanca, ni leches.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Bert, nos podía regalar con un poco de música, así la entrada a su blog sería ...
Me parece que juegan a ignorarlo. Tendrá usted que hacer algo, no pican no.

Anónimo dijo...

Nada, Sr. Anónimo, ya vengo yo un ratito a echar el palique. Lo de ignorar esta web no supondrá ningún esfuerzo a una gran parte de los culturetas de estas tierricas. O porque son ignorantes de suyo (anda que no hay...) o porque no levantan la vista de su propio ombligo, salvo para mirar al de dos o tres a migotes, o seguir el rastro de baba de sus aduladores.

Y claro: en esas condiciones es muy fácil ignorar: en el sentido más estricto del verbo.

Pero es que además las soberbias calores de este verano han acentuado más aún la planicie mental en que se iba convirtiendo, poquito a poquito, el Blogorreino de Aragón. Hasta los pelotas supinos (ese Mayusta, que a todos jalea, y que se engalana haciendo ver que con todos se trata como hermano, por ejemplo) parecen haberse tomado vacaciones. Físicas... o cerebrales, como es de temer haya sucedido en realidad. ¿Excepciones? Sí, alguna hay. Eso se queda para otro ratito.

Saludos de vuelta al cole.

Quidam Lector

Anónimo dijo...

Excepciones, decía. Voy a citar una: el blog de Ángel Sobreviela (sí, el que sale con rostro iluminado un poco más abajo). Cuenta cosas raritas y, a menudo, espesas, como de mucho pensar. Es de agradecer que, por ello mismo, ayude a la gimnasia mental, no muy ejercitada en el Aragón del Blog Cultural. Sugiere lecturas no muy manidas ni frecuentadas, más bien al margen de las modas (que en otros blogueros más que modas son saldos). Algunas de esta lecturas más bien abstrusas, por cierto. Pero en su derecho está. Y lo hace bien, por lo general. No se excede en el halago. En fin, muy interesante darle un vistazo de vez en cuando. Se aprende. Que no es poco.

Saludos.

Quidam Lector